“La Celestina” el alma de la sierra huele a pino
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“La Celestina” el alma de la sierra huele a pino
Plan Sierra: primer modelo de manejo forestal sostenible en el país
“Bosques que cambian vida”
Por: Smelin Reyes
En el municipio San José de Las Matas (Sajoma), ubicado al norte de la cordillera Central, al sur de la provincia Santiago de los Caballeros, se encuentra el primer plan de manejo forestal sostenible en República Dominicana, ejecutado por el Plan Sierra en la comunidad “La Celestina”.
Para conocer mejor la historia de cómo inicia este proyecto, el cual se ha mantenido en el tiempo, hablamos con un hijo de la sierra, Juan Bienvenido Azcona, quien pertenece a las familias originarias de la zona y desde pequeñito, su padre, empleado del Plan Sierra, le enseñó a cuidar los árboles.
Se apasionó tanto con el manejo forestal sostenible, el cuidado y protección de los bosques que se fue a estudiar Ingeniería forestal, pero apostando todo a mejorar la calidad de vida, regresó a su amada sierra. “Volvía a trabajar en el proyecto, lo que yo soñaba y me he quedado aquí, como encargado técnico del proyecto desde el 2010”, dice con mucho orgullo, y la certeza de que el alma de la sierra huele a pino.
Azcona nos cuenta que el proyecto de La Celestina inició con la asistencia técnica y económica del gobierno sueco, a través de la Agencia Sueca para la Cooperación Técnica y Económica Internacional (BITS), y de Swedforest Consulting AB, luego de realizar una visita a la zona en 1982 durante la cual identificaron el potencial para hacer el primer proyecto piloto de manejo forestal sostenible para la República Dominicana.
De inmediato empezaron a elaborar un inventario forestal de la zona, seleccionando para el proyecto 3,800 hectáreas, que abarcan cuatro comunidades; por tanto, “aparte de ser un plan de manejo forestal sostenible, iba a tener carácter comunitario para englobar a las familias que estaban dentro”, comentó Juan.
“En el año 1983, inician formalmente las operaciones del proyecto, siendo este el primer plan con carácter técnico-científico que se realiza en el país, todos los técnicos que trabajaban aquí eran del Plan Sierra, quienes se apoyaron en el personal de la comunidad”, afirma el ingeniero forestal.
Azcona asegura que “un 57 % del área estaba cubierta de pino criollo y el 40% restante era zona de protección y de producción, donde se practicaba agricultura migratoria, ganadería y una parte eran áreas degradadas con matorrales, para las cuales se planteó rescatarlas incorporándolas el manejo forestal sostenible”.
Como parte del objetivo del plan se contempló elevar la calidad de vida de las comunidades involucradas, para lo cual se previó la capacitación de sus habitantes en todas las actividades forestales, capacitándolos, para que en algún momento ellos mismos asumieran el proceso.
El ingeniero, narra que al culminar la primera etapa del proyecto, que era de demostración, fue extendida la experiencia a los propietarios de bosques privados”. En 2004, el Plan Sierra transfirió los títulos de propiedad del área a la Asociación de Silvicultores San Ramón, integrada por las 72 familias propietarias legítimas, con la condición de que no pueden hacer cambio de uso de los suelos ni subdividir la propiedad, manteniéndola como colectiva.
La asociación se ha encargado de que estas acciones sean una tradición que va de generación en generación, educando y entrenando a los sucesores y hasta el momento hay más de 100 familias que se sostienen de la Celestina con el cultivo y el aprovechamiento del bosque mediante su manejo forestal sostenible.
Juan Bienvenido Azcona, también nos contó que, por las condiciones de suelo en la celestina, una zona de transición entre bosque seco y bosque húmedo, donde es muy difícil establecer plantaciones del pino criollo por ser muy exigente; probaron con Pino caribaea, traído de Cuba y Honduras resultando un éxito, aportando madera a la industria forestal.
El especialista forestal, continuó dando detalles sobre las plantaciones “tenemos también caoba, pero en menor escala, porque se ha ido plantado a manera de ensayo”; también se han hecho plantaciones mixtas de caoba con el pino por recomendaciones de algunos especialistas como mecanismo para contrarrestar las plagas en temporada de sequía.
“El plan de manejo forestal de aquí por la dimensión que tiene, se hace cada 10 años. Se ordena el bosque por rodales y compartimientos. Donde se corta este año, el próximo año no se vuelve a cortar y en esa área solo se corta un porcentaje mínimo de los árboles. Según los principios de manejo forestal no se debe cortar más de lo que el bosque crece para mantener la sostenibilidad del bosque y nosotros mantenemos este criterio” aseguró Azcona.
El éxito de esta iniciativa ha descansado en el hecho de que estas comunidades pobres de la sierra han sido empoderadas fortaleciendo sus capacidades para al tiempo de aprovechar el bosque de manera sostenible generar ingresos que vienen mejorando su calidad de vida lo que se refleja en la reducción la migración.
El proyecto preparación para REDD+ reconoce a la Asociación de Silvicultores San Ramón, por el Plan de Manejo Forestal de la Celestina, y lo integra como su aliado estratégico, como un ejemplo a promover y replicar, para que las comunidades aprendan a convivir en plena armonía con la naturaleza y obtener beneficios sin deforestar, ni degradar el bosque.
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