Santo Domingo. Este sábado 24 de octubre se conmemora el Día Internacional Contra el Cambio Climático, una fecha que sirve de reflexión sobre la realidad que enfrenta el mundo por sus impactos, de los cuales la República Dominicana no está exenta.
El cambio climático, según lo define la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, es el cambio del clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observado durante períodos de tiempo comparables.
Frente a esta realidad, con frecuencia la República Dominicana es destacada como uno de los países más vulnerables en el mundo por su condición de pequeño Estado insular.
En la costa, el incremento acelerado del nivel del mar atenta con desaparecer comunidades enteras, así como sus tradiciones y sueños.
Asimismo, el rápido aumento de la temperatura ha alterado los patrones climáticos estacionales de esta media isla y el Caribe, incrementando la intensidad y frecuencia de huracanes.
Esto se traduce en pérdidas humanas y altos costos para la reconstrucción de viviendas e infraestructura pública año tras año. Asimismo, la estabilidad del sector turístico, la columna vertebral de la economía está en riesgo.
Es evidente la necesidad de invertir miles de millones de dólares a nivel nacional en la construcción de resiliencia (capacidad de los sistemas sociales, económicos y ambientales de afrontar un suceso) para preparar las comunidades y a la vez encaminar la economía hacia un modelo de desarrollo fundamentado en la sostenibilidad, la inclusión, la neutralidad de carbono y la justicia social.
Sin embargo, para poder cumplir con esta visión respaldada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, es necesario que la comunidad internacional acuerde una serie de aspectos referentes al financiamiento climático internacional que le permitan a la República Dominicana y otros países vulnerables, acceder al financiamiento necesario para prosperar a pesar de los impactos de la crisis climática, entre ellos:
- La movilización de al menos 90 billones de dólares en los siguientes 15 años para infraestructura climáticamente compatible, sustentable y resiliente.
- La fijación de un precio global al carbono de al menos $100/tCO2e hacia el 2030 con ganancias dirigidas a un fondo para invertir en la resiliencia y transformación económica de países en vías de desarrollo.
- El impulso de una reforma global de los subsidios a los combustibles fósiles con el objetivo de facilitar una transición justa hacia las energías limpias y renovables.
El Gobierno, por medio del Ministerio de Medio Ambiente y otras instituciones estatales está comprometido con la defensa de los interés del pueblo dominicano y reconoce que esta es una oportunidad única para reconfigurar los fundamentos básicos de la economía y reconstruirla con una visión de inclusión, sostenibilidad y resiliencia.
De igual forma, todos los dominicanos y dominicanas tienen la responsabilidad moral de actuar de forma decisiva e inmediata para disminuir sus impactos sobre el planeta. Lo que decidamos hoy definirá nuestro futuro y el de nuestros hijos en las próximas décadas. Para lograr que la República Dominicana prospere se necesita la participación de todos los dominicanos.