Expedición científica presenta importantes hallazgos en el Santuario de Mamíferos Marinos de los Bancos de la Plata y la Navidad
SANTO DOMINGO República Dominicana. – Con el objetivo de estudiar la diversidad de cetáceos y aves marinas, así como estimar la densidad de ballenas jorobadas en la Bahía de Samaná y Banco de la Navidad, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en alianza con la Caribbean Cetacean Society (CCS) y diversas organizaciones dedicadas al cuidado de los océanos, presentó los resultados de la expedición científica realizada en el Santuario de Mamíferos Marinos de los Bancos de la Plata y la Navidad.
El viceministro de Recursos Costeros y Marinos, José Ramón Reyes, encabezó el acto y, en su discurso de cierre, agradeció la colaboración y el apoyo de todos los socios que hicieron posible el proyecto.
Agregó que “estos resultados científicos, fruto del esfuerzo de muchas personas e instituciones, son una base valiosa que tomaremos como referencia para continuar impulsando acciones concretas que fortalezcan las políticas y mecanismos de gobernanza. Estos hallazgos continúan reafirmando nuestro compromiso con la biodiversidad marina y nos proyectan como un país líder en la conservación oceánica en el Caribe”.
Para la expedición se utilizó por primera vez el muestreo por distancia, un método que permite realizar estimaciones precisas de densidad mediante la medición de la distancia y el ángulo de cada avistamiento.
Como miembro de la expedición, el director de la Caribbean Cetacean Society, Jeffrey Bernus, ofreció una detallada cronología de los hallazgos obtenidos durante seis misiones, cuatro de ellas con muestreos a distintas distancias y una misión de exploración con protocolos submarinos, llevadas a cabo durante más de 20 días.
En el área de Samaná, Bernus indicó que “fueron identificadas tres especies: ballenas jorobadas (289 avistamientos, 34 de ellas acompañadas de sus crías), delfines nariz de botella (10 avistamientos, cuatro de ellos con crías; lo que permite inferir —faltan análisis y otros estudios— la posible existencia de una población residente), y una especie de delfín no identificada”.
En cuanto a los Bancos de la Plata y la Navidad, explicó que se obtuvo un registro de 395 avistamientos de ballenas jorobadas, en y alrededor de los bancos, incluyendo 11 acompañadas de sus crías, y se registró de manera acústica la presencia de cachalotes y otras especies de delfines. En esta etapa de la expedición, el equipo recibió la visita del ministro Paíno Henríquez, quien nadó junto a los técnicos y pudo avistar una ballena no registrada anteriormente, que se propuso bautizar como Mariana Celeste.
“La densidad estimada en el Banco de la Navidad fue de 1.25 ballenas por kilómetro cuadrado, cifra superior a las 0.554 ballenas reportadas en 1978, y 13 de los cetáceos registrados fueron avistados en Estados Unidos, Canadá e Islandia. Una ballena de 47 años registrada por primera vez en 1978 fue vista durante la expedición”, expresó.
Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del gerente del programa República Dominicana 30×30, Jonathan Delance, quien destacó la importancia de la expedición, al considerar la Bahía de Samaná como uno de los criaderos y áreas de reproducción más relevantes para las ballenas jorobadas. Valoró el esfuerzo de estudiar a estos mamíferos marinos en una de las etapas más vulnerables de su vida, cuando las madres cuidan a sus crías.
La República Dominicana tiene una responsabilidad internacional en la conservación de la población reproductora de ballenas jorobadas del Atlántico Norte, en cumplimiento con acuerdos como la Comisión Ballenera Internacional (CBI) y el Convenio de Cartagena.
El Ministerio de Medio Ambiente recuerda que proteger a estas especies no solo refuerza el compromiso del país con la biodiversidad marina, sino que también lo posiciona como un líder en la conservación oceánica en el Caribe y más allá.
Amenazas en Samaná, Bancos de la Plata y la Navidad
El tráfico marítimo representa una de las principales amenazas para las ballenas jorobadas en la región. El ruido submarino interfiere en la comunicación entre madre y cría, y también puede afectar su permanencia en los sitios de reproducción. Es fundamental fortalecer el cumplimiento de las normas de avistamiento para minimizar el riesgo de colisiones con embarcaciones.
Otras amenazas incluyen la contaminación por plásticos, la destrucción del hábitat y la pesca ilegal.
Ante este cuadro, se recomienda fomentar la cooperación internacional y la educación ambiental, manteniendo una dinámica inclusiva y colaborativa que sirva de modelo para el Caribe.