El 16 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono,  el cual fue instaurado desde el año 1995, mediante la resolución No. 49 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en conmemoración a la adopción del Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan la Capa de Ozono.

La declaratoria de esta fecha busca crear una conciencia global sobre la necesidad de cuidar la capa de ozono, algo tan esencial para la vida. Varias naciones del mundo han suscrito convenios internacionales para protegerla, entre los que están el Convenio de Viena para protección de la Capa de Ozono (1985) y el Protocolo de Montreal (1987).

La capa de ozono es un filtro natural que actúa como una capa protectora y contribuye a regular el clima y retener parte de los rayos ultravioletas del sol.

En 1984, científicos británicos que realizaban estudios en la Antártida en la base de Halley Bay, descubrieron “un hueco invisible en el cielo”. Se trataba de una zona tan grande como Estados Unidos, o casi ocho veces mayor que el Perú, en la que no quedaba nada de ozono. Éste fue el primer indicio del llamado “agujero”. A la fecha,  se calcula que resulta de una serie de complicadas reacciones químicas, sobre el Polo Sur, en las que toman parte sustancias que contaminan la atmósfera, el sol primaveral y cristales de hielo.

Algunos especialistas avanzan datos sobre las posibles consecuencias en la disminución significativa de la protectora capa de ozono, al exponer nuestro planeta a altas dosis de radiación ultravioleta de alta energía. Una consecuencia es la propensión a las enfermedades al reducirse la respuesta inmunológica del cuerpo humano. Otra afección es a los ojos: se estima que por cada 1% de disminución de la capa de ozono, unas 150.000 personas más sufrirán enfermedades oculares como cataratas, con la posibilidad de ceguera. Igualmente, como causa de estos efectos habrá “menos cosechas”, pues la fotosíntesis se vería alterada, así como los diferentes microorganismos que enriquecen el suelo, afectando la productividad agrícola.

En el contexto nacional, República Dominicana inicia su proceso de incorporación al Protocolo de Montreal para la Eliminación de las Sustancias Agotadoras de Ozono (SAOs) en julio del año 1995.

A partir de la instauración de esta fecha el país ha ejecutado seis (6) proyectos demostrativos con apoyo del fondo multilateral del protocolo en el área de refrigeración (industrial, domestica, comercial y automotriz), industrias de espumas, (rígidas y flexibles), capacitación a técnicos de aduana en la identificación de sustancias agotadoras del Ozono y los equipos que la concentran. Además, acciones educativas, recreativas y culturales a diversos sectores de la sociedad como son concursos, charlas, conferencias, exposiciones y otras actividades para llamar la atención de la ciudadanía de la importancia de conservar la capa de ozono.

Print Friendly, PDF & Email