El Ministerio de  Medio Ambiente y Recursos Naturales informó este  miércoles la incautación de cuatro  flamencos y dos cuervos que eran exhibidos ilegalmente en el Parador Francisco en la comunidad La Reforma, kilometro 87 autovías del Nordeste,  lo cual viola varios artículos de la Ley 64-00 y la Convención CITES que protege y  regula la comercialización de especies amenazadas o que están en peligro de extinción.

Los seis ejemplares fueron trasladados al parque Zoológico Nacional, que funge como Centro de Rescate Nacional de Fauna Silvestre, bajo la protección de la Procuraduría para la Defensa del Medio Ambiente y miembros del Servicio Nacional de Protección Ambiental de la provincia María Trinidad Sánchez (Senpa).

El Parador Francisco es propiedad del señor Héctor Francisco Cabrera quien manifestó que los animales fueron comprados por 100 mil pesos en un negocio que se dedica a suplir animales a diferentes establecimientos comerciales y que está situado en la avenida 27 de febrero casi esquina Máximo Gómez.

Mediante nota de prensa, la institución ambiental explicó que como parte de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) tiene que velar por que el comercio de especímenes de animales y plantas silvestres no constituye una amenaza para su supervivencia.

Medio Ambiente agregó que en el caso de los flamencos (phonicopterus rubers) y los cuervos (corvus leucognahalus) entran en esta categoría ya que están en la lista de especies en peligro de extinción  por lo que hay que protegerlos evitando su comercialización ilegal.

Dijo que se está en el proceso de establecer una sanción administrativa a los propietarios del negocio. La tenencia de estas aves violan los artículos 237, 138, 139 y 140 de la Ley 64-00 de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Ley Sectorial de Biodiversidad.

La nota agrega que también fueron incautados  17 ejemplares de diversas especies en distintos puntos del país los cuales serán liberados  una vez se recuperen y les crezcan las plumas de las alas que habían sido cortadas y cuando cumplan la cuarentena correspondiente.

Sin embargo, estas especies no fueron incautadas por estar protegidas por la Convención Cites sino porque eran maltratadas por sus propietarios.