República Dominicana recibe su primer pago en el marco del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF)
SANTO DOMINGO (República Dominicana). – La República Dominicana alcanzó un importante hito en sus esfuerzos para combatir el cambio climático al recibir US$4.18 millones del Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF) del Banco Mundial, como reconocimiento a la reducción de aproximadamente 840 mil toneladas de dióxido de carbono equivalente (tCO₂eq) durante el 2021.
Este logro refleja el compromiso del país con la acción climática inclusiva y la gestión sostenible de los bosques. El programa REDD+ dominicano, realizado acorde a los estándares del FCPF, se distingue por su enfoque participativo, que integra a comunidades locales, pequeños y medianos productores, organizaciones de la sociedad civil y entidades gubernamentales, asegurando que los beneficios de la acción climática lleguen a todos los niveles del territorio.
La implementación está liderada por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en coordinación con nueve entidades ejecutoras: Viceministerio de Recursos Forestales, Viceministerio de Áreas Protegidas y Biodiversidad, UTEPDA, Departamento de Cacao, INDOCAFE, DIGEGA, CONALECHE, la Asociación San Ramón y ASODEFOREST. Este esfuerzo conjunto promueve la colaboración entre los sectores ambiental y agropecuario, fortaleciendo la integración de la acción climática con las metas nacionales de desarrollo sostenible.
Asimismo, el programa coloca a las áreas protegidas como un eje central de su estrategia, reconociendo su papel esencial en la conservación de la biodiversidad y el aumento de la resiliencia climática.
Este avance contribuye directamente a las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) de la República Dominicana, bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), reafirmando su compromiso con los objetivos climáticos globales.
A través de este programa, la República Dominicana puede demostrar que es posible alcanzar resultados de alta integridad ambiental y social, apoyados en sistemas sólidos de monitoreo y en el uso de tecnologías satelitales de última generación para detectar y mapear con precisión la degradación forestal. Esto garantiza la transparencia y credibilidad de los resultados, alineando las acciones nacionales con las mejores prácticas ambientales y sociales internacionales.
Los pagos hacia los productores comunitarios, que hayan cumplido con los criterios de selección para este periodo, se distribuirán de acuerdo con un Plan de Distribución de Beneficios inclusivo, que permitirá nuevas inversiones sobre el terreno para contribuir a la sostenibilidad de los medios de vida rurales y abrir oportunidades en reforestación, agroforestería y servicios relacionados con la conservación. Las comunidades locales podrán beneficiarse directamente de la capacitación, la creación de nuevos empleos y la mejora de las cadenas de valor.
Al apoyar paisajes sostenibles y parques naturales, el programa también impulsa el desarrollo del ecoturismo, generando oportunidades económicas en zonas donde la silvicultura y la biodiversidad son atractivos clave.
Este primer pago no solo valida el progreso del país hacia el cumplimiento de los compromisos climáticos y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también sienta las bases para la inversión continua en la gestión forestal sostenible y el desarrollo rural inclusivo.
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